jueves, 3 de junio de 2010

Porque sigue hablando claro... Julio Anguita

Parece como si en España, tras la Transición, viviésemos un camino inverso al alemán, país reunificado en 1989. Nosotros parece que cada vez nos separamos más.

-Le diré una cosa que cuando la publique me lloverán bofetadas. En España sigue estando vigente la necesidad de cultura democrática y eso no sucederá hasta que el Rey pase por las urnas para ver si quiere monarquía o no. La Constitución de 1978 nadie la cumple, ni los poderes económicos, ni los políticos. Hay un ciudadano inviolable, el rey, cuando la Constitución dice que todos somos iguales ante la ley. Hemos vivido en un montaje artificial. El franquismo serpenteando en las estructuras del estado. En España el pensamiento generalmente ha estado proscrito. Todo esto se ha tolerado por unos medios de comunicación, sálvese el que pueda, al servicio del poder.

-Hace poco decía usted en televisión que conocía los nombres y apellidos de los culpables de la crisis pero a la postre no mencionó a ninguno. ¿No le importaría darnos algún que otro apellido?

-Los culpables son los bancos norteamericanos y en España, donde no había hipotecas subprime, las cajas de ahorros se han endeudado por prestarlo todo en la fiebre del ladrillo. Aquí tienen nombre y apellido todos los señores que evaden a Hacienda y el poder inmenso de la Banca con Botín y González al frente. Y los distintos gobiernos que no han hecho reformas fiscales como debieran para que pague más el que más tiene. Y aquellos que han ido desmantelando el sector público español. Y aquellos que dijeron, ministros como Eguigaray, que la mejor política industrial es aquella que no existe; como Solchaga, que dijo que España es el mejor país para hacer negocios y como el gobierno de Aznar que hicieron contrarreformas fiscales. A este país lo han sometido a varios timos de la estampita y uno de ellos era decir que la modernidad y progreso eran destruir tejido productivo.

-¿Hemos vivido por encima de nuestras posibilidades?

-Eso es la teoría de los pollos. Si usted se come un pollo y yo ninguno, ambos nos hemos comido medio pollo. Aquí ha habido una sociedad a la que le han puesto como meta el despilfarro, la ostentación, el derroche, la improvisación. Ha vivido una minoría divinamente, unas clases medias bastante bien, pero ha habido mucho parado y mucho marginado. Los que se han forrado han sido los bancos y los que tenían mucho dinero. Esos sí han vivido por encima, gracias a lo que han ido robando, porque ésa es la palabra, robar.

-¿Qué hacemos con tanto albañil?

-Es de locura lo que ha pasado aquí con el ladrillo. Parecía que esto iba a ser eterno y como producía dinero y los ayuntamientos vivían gracias a su política de suelo. Enderezar la economía española va a costar. Ésta es la mayor crisis que ha habido nunca. Hay crisis de sobreproducción, a la que hay que añadirle la energética, alimentaria, ambiental y la ética. Así que con los albañiles habrá que tener en cuenta una política que diga que primero están los ciudadanos y la economía al servicio. Eso implica que muchos albañiles no estarán de acuerdo con las ayudas a tomar, pero lo que no podemos es empezar a construir de nuevo. El gobierno le ha dado dinero a los bancos y éstos, en vez de sanearse, han comprado bonos del Estado. Eso se llama robo a mano armada. Y todo el mundo callado.

-Supongo que Zapatero y Rajoy no le parecerán el Capablanca y el Alexander Alekhine de la política.

-Tengo una pobre impresión de ambos señores. Ambos consultan todo el día lo que dicen las imágenes, los gestos. No hay discurso de Estado, hay discurso coyuntural. Ambos me aburren bastante.

-¿Seremos los siguientes después de Grecia?

-Le voy a decir algo que me ha costado agresiones e insultos y críticas acervas de los medios de comunicación por oponerme a Maastricht. Yo soy europeo, que no es lo mismo que europeísta. Esto no es Europa, la UE es un mercado de mercaderes. De aquellos polvos vienen estos lodos. Grecia no tiene solución, como no lo van a tener los siguientes. Usted sabe el nivel de endeudamiento que tienen los estados. Es pavoroso. ¿Y sabe por qué se han endeudado? Por salvar a la banca. Y la banca con ese dinero que se le ha dado en vez de sanear ha comprado bonos del Estado. El problema que nadie quiere ver es que el euro es el marco alemán, basado en el poder de Alemania. No hay solución. EEUU ha resuelto este problema, igual que el Japón e Inglaterra, con lo que se llama derecho de enseñoreaje, haciendo dólares en una maquinita y claro como no hay riqueza, la riqueza la producen seres humanos y sólo se han hecho monedas, no riquezas. Esa deuda la tiene Grecia, entre otras cosas, por no cobrar a los que más tienen, por llevar políticas de despilfarro, por no cumplir el tratado de Maastricht, un tratado que, por cierto, cuando Francia y Alemania lo incumplieron nadie dijo ni pío.

-¿Hay alguna solución?.

-Yo no doy soluciones. Las di cuando estaba en el Congreso de los Diputados. En sus actas pueden leerse las dos veces que me dirigí a Felipe González con propuestas concretas. Mis propuestas de nacionalizar la banca pública, el problema del déficit del estado, los impuestos, la fiscalidad progresiva, las distintas reformas agrarias, la apuesta por el medio ambiente. Nos movemos, como dice un economista amigo mío, entre la catástrofe y el caos. Con los parámetros de economía actuales no hay solución. Cuando la gente le pide a los economistas que den una solución la gente pide un imposible porque la solución no es económica, es política, moral, ética, ciudadana, democrática. Cambio de estructura, cambio de paradigma. Hay que hablar de austeridad, que significa hablar de asesores y cargos.

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