domingo, 20 de febrero de 2011

Mujeres iniciadas en Europa hoy: La fuerza del ritual

Con la iniciacion se abre un camino de aprendizaje para cada una de nosotras personal e
intransferible. Se abre una espiral sobre un punto y ese punto somos nosotras mismas como
seres humanos individuados en el sentir cosmico, separadas, aparentemente, tanto del
Todo como del Uno, que ambos son, como todas nosotras, de una misma esencia ultima.
Comprender, aceptar y ejercer esa vivencia divisa en una realidad ultima que es indivisa,
supone el aprender a trabajar conjuntamente, a saber que todos, en ultima instancia,
comulgamos de una sola y unica fuente de vida constituida por energia, energia vibratoria,
transformadora, inmutable en su origen y cambiante en sus formas. Energia que una forma
de canalizarla es Amor.
La lectura atenta de la naturaleza, esa naturaleza inscrita en nosotras y en la vida, y descrita
a traves de nuestros simbolos y ritos, nos conduce al conocimiento, pero esa lectura no
puede hacerse sin la sinceridad y honestidad con una misma, guia primordial de la iniciada,
y esa honestidad solo se encuentra en la capacidad de amor impersonal a la vida, y de
respeto hacia una misma y hacia los demas, ello es esa luz interna que nos mueve a seguir
el camino del conocimiento, en ese camino nuestra luz crece, se expande en nosotras y
consecuentemente irradia luz y claridad. No hay amor sin conocimiento y no hay
conocimiento sin amor y comprension.
Como mujeres ciudadanas de Europa debemos dejar nuestra impronta en el medio donde
ejercemos nuestras vidas profanas, como mujeres iniciadas que somos, cada una de
nosotras atendiendo a nuestra conciencia, nos debemos a esa mejora, ya que sin esa
proyeccion el saber se enquista y perece en la egoidad. El sentir la necesidad del bien
comun es una forma de espiritualidad, los caminos son multiples y diversos, pero ese sentir
es condicion de la retroalimentacion del conocimiento, ya que sin dar no se puede recibir y
viceversa.
Los seres humanos hemos constituido a lo largo de la historia, un sistema de vida
compartido del todo injusto en terminos globales, que se ha hecho hegemonico en el mundo,
bajo la bandera de nuestra civilizacion occidental, que a pesar de los grandes valores que
proclama, como son la democracia, la libertad de expresion, la igualdad de oportunidades y
un largo etc. deja a la mayor parte de humanos del mundo, relegados a una vida llena de
inseguridad y precariedad material y cultural.
Como masonas es logico que nos preguntemos que hay. en la tan nuestra tradicion, que
fundamenta la cultura, y porque en nombre de ella hemos arrasado con genocidios y
etnocidios a todos los pueblos de culturas diferentes, creyendo con todo convencimiento que
son gatrasadosh, se ha hecho y se hace, bajo los valores del gprogresoh, del avance
tecnologico, de la logica de los mercados, de la modernidad...
Con este imparable avance, estamos destruyendo el planeta, la vida, .Que hay de ideatico
en nuestra tradicion que ha hecho y lo hace posible? Esta es una significativa pregunta que
no tan solo como masonas nos hemos de hacer, sino tambien como mujeres, ya que este
constructo cultural se ha sustentado y aun se sustenta en la supremacia de los hombres en
relacion con las mujeres, y consecuentemente en la supremacia de unos valores asignados
como caracteristicos del genero masculino sobre otros supuestamente femeninos.
Como madres somos transmisoras de la cultura, somos las que traspasamos a nuestros
hijos costumbres y formas de vida en las que como mujeres somos parte vulnerable, pero a
pesar de que estas formas puedan ser injustas y maltratarnos, hemos de inscribir
irremisiblemente a nuestros hijos en ese sistema, ya que nada esta fuera de el.
Tal como buscamos en nuestro interior la posibilidad de aflorar la luz del conocimiento, de
caracter este universal y comun a todas las formas de vida, hemos de buscar la luz interior
de nuestra cultura, para hacer emerger lo mejor de ella en ese fondo comun a todas. Este es
un doble trabajo que no pide grandes manifestaciones y actos, sino pequenas y continuadas
acciones cotidianas explicitas y implicitas en nuestro obrar. Siguiendo fuera la obra
comenzada en el Templo, tendiendo a establecer puentes de union y tolerancia, en lugar de
erigir muros de odio y de incomprension.
Los idealismos de los siglos XIX y XX ya no dan respuesta a un mundo globalizado cultural y
economicamente, la respuesta facil es la cerrazon de los istmos etnicos y nacionalistas, lo
cual supone un enfrentamiento entre los debiles, unos un poco mas pobres, contra otros un
poco mas ricos, bajo banderas identitarias y fundamentalismos religiosos; distraidos asi mas
en las diferencias que nos separan (que pueden vivirse en positivo) que con las igualdades
que nos unen.
Europa crisol de nuestra civilizacion necesita hoy mas que nunca, para crear un mundo mas
equilibrado y justo, de la palabra creadora de sus mujeres, callada durante tantos siglos.
Necesita de los valores adscritos a la polaridad femenina. Unos valores que han sido
socialmente relegados a un plano secundario. Todos los valores creadores y procreadores
de vida, ligados a la madre naturaleza, al mantenimiento de la vida, la alimentacion, la
ternura, la preservacion del medio natural, la paz, el no-sometimiento. Es necesario ahondar
en esos valores tan cercanos a las mujeres, en un proceso de feminizacion de la sociedad
para armonizar el mundo desde nuestro profundo sentir como mujeres, a traves de cuidar y
seguir nuestro metodo, del estudio de los simbolos y de la practica del ritual, para caminar
hacia el conocimiento, desde nuestra escuela de tolerancia.
Esta es una tarea comun, pero que como mujeres iniciadas debemos atender, ahondando
en la intima y equitativa relacion del hecho creador de vida y el constructor. Aplicando
nuestro potencial para unir lo disperso y dividir lo discordante, distribuyendo la armonia en
la obra.
Una de las caracteristicas del mundo moderno es la desaparicion de cualquier rito de
iniciacion significativo. Es a traves de las corporaciones de caracter secreto que se han
preservado y es por este motivo que han llegado hasta hoy. Las mujeres masonas de hoy
somos conscientes que las corporaciones de constructores de catedrales han guardado una
tradicion que aunque universal, ya que bebio de ritos ancestrales, esta relacionada con la
construccion de grandes obras arquitectonicas, en un contexto exclusivamente masculino.
Con la invisibilidad de las mujeres en la sociedad, los ritos femeninos se perdieron en el
tiempo... Somos conscientes de que los ritos masonicos tambien guardan una estrecha
relacion con la naturaleza y por ello con la polaridad femenina.
Como iniciadas que somos, se nos presenta una doble tarea, como seres humanos y como
mujeres. La busqueda y la transmision de gla luz" a traves del metodo masonico, y la
busqueda de nuestra profunda identidad como mujeres, construyendo nuestra propia forma
de espiritualidad, de conjugar sabiduria, fuerza y belleza, desde una perspectiva
genuinamente femenina, laica y adogmatica.
Desde la Laicidad trabajamos la sacralidad fuera del marco de las religiones oficiales que
se han constituido desde el dogmatismo como expresion de las formas culturales al servicio
de intereses reinantes, que han enfrentado y enfrentan a los seres humanos entre si en
contextos excluyentes, faltos de libre pensamiento y por tanto alienantes. Sabemos que en
la profundidad de su sentir, todas ellas responden a una misma tradicion primigenia que las
une, mas alla de sus diferencias, sufismo, budismo, cristianismo, judaismo y otras formas de
religiosidad, son de una misma esencia revelada y es a ella a la que hemos de escuchar
dentro de nosotras, la que nos une por encima de las apariencias diversas.
Hoy la sociedad europea necesita de la reconstruccion de sus valores, para ello se hace
necesario, aportar la huella de las mujeres iniciadas, buscadoras de la palabra perdida.
Como mujeres iniciadas de hoy y comprometidas con nosotras mismas y a su vez con el
mundo que nos rodea, pretendemos contribuir a ello.
Hoy por hoy las mujeres ademas del rol reproductivo, asumimos roles constructivos en
sociedad, mediante nuestra incorporacion al mundo del trabajo y a la esfera publica. Es por
ello que el contacto con la tradicion iniciatica preservada por los gremios de constructores
nos aporta toda la riqueza aplicativa en nuestro desarrollo como seres humanos. No
obstante tambien somos conscientes que hemos de rescatar dentro de nosotras lo que ha
sido borrado por el rol subalterno que se nos ha impuesto a traves de los siglos, nuestra
verdadera esencia espiritual que debemos reencontrar y no queremos perder.
Vivimos en una sociedad en constante y rapida transformacion, una sociedad en plena crisis
de valores, donde el unico valor hegemonico es la economia, el dinero rapido y el triunfo
mediatico. Hombres y mujeres hemos perdido el equilibrio de los roles de las polaridades, en
ese barco estamos todos implicados, es por ello que nos es necesario redescubrir,
reinventar los valores antes descritos a los generos y compartirlos si es que queremos un
mundo mas humanizado.
Los hombres se ven obligados a asumir un papel que ya no pueden ejercer debido a los
cambios producidos en los roles de las mujeres, y asimismo las mujeres para asumir
nuestros nuevos roles nos vemos obligadas a actuar a menudo en contradiccion con nuestro
ser mas profundo. Asi es el conjunto social el que sale perdiendo, porque el cuidado de la
vida, la ternura, la escucha... se pierden en aras de la carrera publica.
Las modificaciones que se han dado a traves de la historia han conducido hacia un
comportamiento espiritual desacralizado del ser humano moderno, que ha asumido
plenamente una existencia profana, resintiendose con una dificultad cada vez mayor para
reencontrar la dimension del ser religioso de las sociedades arcaicas y ese ser estaba muy
relacionado con la fertilidad, la maternidad y el cuidado de la vida. Nos encontramos en el
final de un camino de huida de la naturaleza, no sabemos si sera sin retorno; la unica
supervivencia para la humanidad pasa por mirar nuevamente hacia la naturaleza, en su mas
amplio y profundo sentido.
Para ello nos es necesario refundar el espacio femenino, feminizar la sociedad. Redefinir
nuestras raices espirituales y morales. Y aunque esto lo tengamos de hacer hombres y
mujeres juntos, necesitamos un espacio propio para ir reencontrando nuestra esencialidad
de mujeres, trabajando con los simbolos de los que esta prenada la tradicion y que aun que
han estado salvaguardados en espacios masculinos, tambien nos pertenecen, ya que la
tradicion de forma primigenia tambien bebio de las mujeres y de su estrecha y intima
relacion con la naturaleza, ya que la revelacion de la sacralidad femenina se relaciona con el
poder innato de hacer emerger los manantiales de la vida y la fertilidad. El misterio de dar a
luz, es decir el descubrimiento por parte de la mujer que es creadora en el plano vital,
constituye una experiencia de caracter sagrado intraducible a los terminos de la experiencia
masculina.
Y mas alla, mediante la practica ritual en conexion con el espiritu del GˆAˆDˆUˆ, enlazamos
en nosotras esa base vital con el espiritu divino, unificandolos en nuestro ser; Encarnando el
verbo trascendemos nuestra polaridad, ya que la via de la espiritualidad no esta tan solo
reservada a los hombres.
Es precisamente a traves de toda la riqueza que nos da el ritual y su practica, que como
masonas podemos contribuir a ser centro de union y tolerancia, y como mujeres iniciadas
aportar nuestra polaridad en pie de igualdad. Las masonas somos duenas de nuestros
pensamientos y aprendemos a dominar nuestras acciones, sabemos que mediante nuestra
mejora personal contribuiremos a la mejora de nuestro entorno y de la humanidad, objetivo
ultimo de la masoneria universal, en la que estamos enlazadas con plena libertad, en ello
estamos comprometidas y en ello queremos ser protagonistas.

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