Es posible que se sienta consternado al descubrir que tiene cáncer de tiroides. También es posible que se enoje, se asuste, se deprima o que sienta ansiedad. No existe una manera normal correcta de reaccionar al cáncer ni de sobrellevarlo. Intente recordar cuidarse y obtener ayuda cuando la necesite.
La meta del tratamiento para el cáncer de tiroides es eliminar las células cancerosas del cuerpo. La manera de hacerlo depende de la edad, del tipo de cáncer de tiroides que usted tenga, de la etapa en que se encuentra el cáncer y de su estado de salud general.
La mayoría de las personas se someten a una cirugía para extraer una parte o la totalidad de la glándula tiroides. A veces, un bulto o unnódulo sospechosos deben ser extraídos quirúrgicamente antes de que usted se entere de que tiene o no tiene cáncer.
Es posible que, después de la cirugía, necesite tratamiento con yodo radiactivo para destruir cualquier resto de tejido de la tiroides. Cuando se le haya extraído la totalidad o una parte de la glándula tiroides, probablemente necesite tomar medicamentos de hormona tiroidea por el resto de su vida. Estos medicamentos reemplazan las hormonas necesarias, que normalmente son producidas por la glándula tiroides, y evitan que usted tenga hipotiroidismo (muy poca cantidad de hormona tiroidea). Para obtener más información sobre hipotiroidismo, vea el tema Hipotiroidismo.
Tratamiento inicial
Su tratamiento para el cáncer de tiroides podría incluir:
- Cirugía para extraer la parte de la glándula tiroides afectada por el cáncer. La extracción de una parte (lóbulo) se llama lobectomía. La extracción de ambos lóbulos se llama tiroidectomía total. La extracción de la totalidad de la tiroides, con excepción de una parte muy pequeña, se llama tiroidectomía casi total. Es posible que también le extraigan los ganglios linfáticos durante la cirugía.
- Yodo radiactivo, que se usa después de la cirugía para destruir cualquier resto de tejido de la tiroides. Después de que le extraigan quirúrgicamente la tiroides, es posible que deba esperar varias semanas antes de someterse al tratamiento con yodo radiactivo para destruir cualquier resto de tejido de la tiroides. Es posible que, durante el período de espera, usted tenga síntomas de hipotiroidismo, como fatiga, debilidad, aumento de peso, depresión, problemas de memoria o estreñimiento.
- Terapia de supresión de la hormona estimulante de la tiroides (TSH, por sus siglas en inglés). La terapia de supresión de la TSH reduce el nivel de TSH en el cuerpo, lo cual podría ayudar a prevenir el crecimiento de cualquier resto de células cancerosas.
- Si el cáncer de tiroides está avanzado cuando se diagnostica, el tratamiento inicial también podría incluir quimioterapia oradioterapia.
Tratamiento continuo
Es posible que, después del tratamiento para el cáncer de tiroides, usted deba tomar medicamento de hormona tiroidea por el resto de su vida para reemplazar las hormonas que el cuerpo ya no produce. También necesitará visitas de seguimiento con su médico cada 6 a 12 meses. Además de programar visitas regulares, asegúrese de llamar a su médico si nota otro bulto en el cuello o si tiene problemas para respirar o para tragar.
En las visitas de seguimiento, su médico podría ordenar:
- Un análisis de sangre para medir el nivel de hormona estimulante de la tiroides (TSH). Esta prueba ayuda a su médico a saber si usted está tomando la cantidad correcta de medicamento de hormona tiroidea.
- Una ecografía. Esta prueba ayuda a su médico a detectar si tiene cáncer en el área de la tiroides.
- Un análisis de sangre para medir el nivel de tiroglobulina. Esta prueba ayuda a su médico a saber si el cáncer ha reaparecido. Es posible que, antes de esta prueba, usted deba dejar de tomar su medicamento de hormona tiroidea durante varias semanas.
- Pruebas de calcitonina en suero, si usted tuvo cáncer medular de tiroides (MTC, por sus siglas en inglés).
- Un examen de yodo radiactivo para ver si el cáncer ha regresado o se ha propagado a otras partes del cuerpo.
- Otros exámenes de diagnóstico por imágenes para detectar señales de cáncer, como radiografías, tomografías computarizadas (CT, por sus siglas en inglés) y, en raras ocasiones, exámenes de imágenes por resonancia magnética (MRI, por sus siglas en inglés) otomografías por emisión de positrones (PET, por sus siglas en inglés).
Los resultados de sus pruebas podrían indicar que necesita tratamiento adicional.
Tratamiento si la afección empeora
Es posible que el cáncer de tiroides reaparezca (sea recurrente). Si el cáncer de tiroides es recurrente, es posible que sea detectado durante un examen físico, en una ecografía o como resultado del aumento de los niveles de tiroglobulina. A diferencia de otros tipos de cáncer recurrente, el cáncer de tiroides recurrente a menudo se cura, especialmente si sólo se ha propagado a los ganglios linfáticos del cuello. El cáncer de tiroides recurrente o el cáncer de tiroides que se ha propagado (metastatizado) a otras partes del cuerpo se trata con:
- Cirugía para extraer cualquier resto de tejido de la tiroides y los ganglios linfáticos afectados.
- Yodo radiactivo.
- Quimioterapia. Medicamentos como la doxorrubicina y el cisplatino podrían utilizarse para ciertos tipos de cáncer de tiroides recurrentes.1
- Radioterapia en el cuello. Esto se usa con poca frecuencia.
Antes de someterse a un estudio por imágenes de yodo radiactivo para ver si las células cancerosas se han propagado (metastatizado), necesitará suspender el uso de los productos de reemplazo de la hormona tiroidea durante un tiempo o tomar tirotropina alfa
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