Esta mañana caminaba con las manos en los bolsillos cuando veo que se dirige hacia mí, con un elegante abrigo azul marengo y manos enfundadas en guantes de piel, el Sr. Jaume Tomas i Vidal. Sacándose el guante de la mano derecha me la extiende diciendo al mismo tiempo –Que tal Juan, como estas-Hacia frío, pero esa no fue la razón por la que no me dio la gana de sacarme las manos de los bolsillos, sino porque considero que estrecharse la mano es algo mas que una simple formalidad, tiene un significado de entrega y de fraternidad, cosa que no le corresponde en mi caso a Jaume Tomas i Vidal, actualmente Director del Área de Urbanismo del Aytº de Badalona, consejero delegado de ENGESTUR y consejero de Marina de Badalona S.A. desde su constitución.
Ya no se acuerda que estuvo implicado en el “caso Mobilma”, que para quien no lo recuerde fue uno de los primeros casos que se judicializaron por intereses políticos; en este caso para desgastar a Pascual Maragall, siendo alcalde de Barcelona, ya que Mobilma era una empresa montada por militantes socialistas (evidentemente con intenciones lucrativas) a la que se adjudicaban directamente obras del Ayto de Barcelona.
Jaime Tomas pasó al ostracismo y creo que pasó una temporada trabajando en Mercabarna, hasta que Bartu lo rescató y lo proyectó como gerente de Engestur, de donde, por afecto personal u otra razón que desconozco, en la época de Lopez Guardiola como Teniente de Alcalde de Urbanismo, éste lo elevó al cargo de director de urbanismo, simultaneando ese nombramiento con el destino que ya tenia. Esta solución no fue del agrado de Maite Arqué que, cuando pudo, colocó como director de urbanismo a una persona de su confianza aunque poco dotado para esa función y al mismo tiempo hacia caer en desgracia a Lopez Guardiola, trasladando todo tipo de comentarios -a la sede del PSC y mas concretamente a Pepe Zaragoza- siendo estos inexactos y malévolos sobre la gestión urbanística de “Paquito” razón por la cual Lopez Guardiola fue apartado de las listas municipales.
Durante todo ese tiempo Jaume Tomas colaboraba intensamente en el desarrollo político de los temas urbanísticos y participaba activamente mediante las cenas, que él mismo convocaba en el Restaurante Taktika Berri de la C/ Valencia, para planificar la política urbanística de la comarca y a las que junto a Bartu y otras cinco personas más yo mismo también asistía.
La vida da muchas vueltas, a Maite Arqué se le acaba el gas y construyen la solución para enviarla al Senado y que le sustituya Jordi Serra como Alcalde.
La actitud de Jaime Tomas comenzó a decantar su lealtad en función de sus intereses personales y en cierta ocasión que Lopez Guardiola le pidió un favor, y no queriendo ayudarlo y se lo quitó de encima. Lo cierto es que la relevancia de Jaime Tomas aumentó, bajo compromisos que desconozco, pero fue nombrado nuevamente director de urbanismo y elevado a consejero delegado en Engestur siguiendo, al mismo tiempo, como miembro del Consejo en Marina Badalona. Sus lealtades cambiaron interesadamente, ya no se celebraban las cenas en el Taktika Berri, ya no convienían las relaciones con los que en su día le sacaron del ostracismo, su desagradecimiento era y es patente y además le importa un carajo.
A mi personalmente, siendo Jaume Tomàs consejero de Marina de Badalona desde su constitución y habiendo participado activamente en todas las decisiones, me ha dejado en la estacada en cuando las cosas se han complicado. En una reunión de información con el Alcalde interino, lo que se venía haciendo habitualmente desde hacia nueve años, me ridiculizó y me acuso de mala praxis, con el solo intento de agradar a Jordi Serra, ya que conocía la inquina que el primero tenía hacia mí… y hacia todos los que le llevan la contraria. Cuando me imputan en al Caso Pretoria, engaña a todos los que se interesan por mí desde la amistad y la fraternidad aparentando que hacia todo lo que podía para favorecerme, a la vez que impulsaba junto con el secretario Albert Lacasa y su amigo Planelles, por ordenes de Jordi Serra, mi destrucción política y humana.
Espero que el tiempo ponga las cosas en su sitio. Yo no me avergüenzo de nada de lo que he hecho para el bien de Badalona, y mientras me negaré a darle la mano a aquellos que son desagradecidos y pierden la lealtad creyendo que van a mancharse cuando en realidad nunca han estado limpios.
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